viernes, 26 de junio de 2020

Domesticados o empoderados



Para Claudio Naranjo los niños y niñas nacen libres pero al crecer son domesticados por el miedo, esta afirmación podría parecer un tanto radical, sin embargo tiene un trasfondo 100% real que se puede apreciar día a día en la forma como muchas familias, centros educativos y sociedad en general se relaciona con la infancia; a corto plazo muchas personas podrán argumentar que son medidas que sirven para cambiar algún comportamiento que consideran "inadecuado", pero a largo plazo el producto de esto es una masa de personas dependientes de los llamados condicionamientos. 

Desde mi punto de vista, el comportamiento de muchos en esta pandemia deja en evidencia los vacíos de una educación (crianza-escuela) basados en el miedo y el condicionamiento (premios y castigos), el cual en lugar de contribuir a construir seres solidarios que cooperen con la sociedad y quieran contribuir a un bienestar social, crean individuos que no ven más allá de sus sentires y que actúan en últimas por evitar una sanción (grito, castigo, multa) u obtener un beneficio (premio, halago). Evidentemente todas las personas no actúan así (gracias a Dios) pero en estos meses de aprender a vivir con la incertibumbre, se puso en evidencia que una gran mayoría de manera inconsciente están sumergidos en esa espiral de control sin consciencia y sin duda alguno producto de infancias cargadas de episodios donde el control y el miedo estuvieron presentes. 

En el libro los diálogos de Platón un hombre se le acerca y le pregunta que si una persona justa se podía hacer invisible y podría robar, hacer lo que quisiera e incluso matar seguiría siendo justa? ante esto Platón contesta que en ese caso no sería un hombre justo, porque nuestra bondad o justicia no debe depender de la validación externa. Hoy me animé a escribir estas palabras puede llegó  a mis manos un video de la iniciativa del gobierno nacional acerca de unas caritas felices y tristes según el comportamiento de las personas en el aislamiento preventivo, más allá de la burla y los memes, esta propuesta confirma esta hipótesis y demuestra que a distintos niveles el conductismo sigue anquilosado en la mente y el corazón de las personas como una herramienta valida para conseguir individuos obedientes. 

Y la obediencia es otra arista de esta reflexión, pues los mecanismos conductistas lo que buscan es un control de la mente y el cuerpo para que la persona haga lo que se le ordene, desconectandolo muchas veces de sus necesidades e ideas por ello las personas necesitan de esos condicionamientos para cambiar su comportamiento, en caso de que éstos no existan actuarán de otra manera... en este punto muchos se preguntarán entonces ¿Qué se debe hacer? ¿Llegar al extremo de la anarquía? ¿Libertinaje? ¿Cómo conseguir que los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos en general cooperemos y actuemos en pro de un beneficio social?. 

Pues buen, todo parte desde la infancia, los niños y niñas tienen la necesidad de contribuir, de sentir que sus acciones pueden ayudar al bienestar colectivo, según Adler de desarrollar un sentimiento de responsabilidad social, sin embargo las experiencias que muchos de nosotros vivimos en la infancia nos han llevado a configurar nuestro comportamiento en dos direcciones: dependiendo de la validación externa (refuerzo positivo) o huyendo del castigo (grito, chantaje, golpe) por eso al llegar a la edad adulta nos resulta tan difícil actuar de manera responsable, siendo conscientes de nuestras decisiones, acciones y sus posibles consecuencias. 

La alternativa sería entonces inicialmente que los adultos de referencia que acompañamos la infancia seamos conscientes primero de esta necesidad espiritual de la infancia, de ese impulso vital que los lleva a buscar su sentido de pertenencia y contribución, para de este modo generar experiencias de vida que logran desarrollar su sentimiento de responsabilidad social.  Empoderar a los niños y niñas y las familias, escuelas para a partir del respeto y la cooperación mutua puedan darse cuenta que sus acciones y decisiones tienen unas consecuencias no solo en su vida sino también en su comunidad. 

Aunque parezca utópico, es algo totalmente realizable, pero requiere de constancia, perseverancia y de una actitud de respeto hacia esas personas que se están formando, cada situación que experimentamos en nuestro día a día es una oportunidad para desarrollar estos dos sentimientos, desde la psicología individual y la disciplina positiva se proponen diversas herramientas que nos permiten ayudar el desarrollo de estas habilidades, dar opciones en lugar de órdenes, construir de manera conjunta acuerdos para convivir en paz, asignarle misiones a los niños que los haga sentir capaces, entre otras muchas más. 

Rueda en casa, basado en una idea de Yvonne laborda

Cabe resaltar que más allá de aplicar un montón de técnicas o actividades, se requiere un  cambio de paradigma para relacionarnos con la infancia y todas las personas, aunque parezca complejo vale la pena pues más que actuar para lo inmediato, estamos ayudando a construir el cerebro y a aprehender habilidades para la vida que los acompañarán siempre.

¿Queremos personas que actúen guiados por un estímulo externo de opresión o recompensa o sujetos que sean conscientes que sus acciones pueden contribuir a los demás? 

sábado, 16 de mayo de 2020

Actividades de psicosensoriomotricidad en casa

Los niños y las niñas durante sus primeros años de vida están aprendiendo a vivir en el mundo, son exploradores por naturaleza y presentan asombro ante todos los fenómenos que ocurren a su alrededor. Sin embargo, tiene una tarea muy importante que cumplir primero y es el control de su cuerpo pues este es el vehículo con el cual conocerán el mundo. 

Cuando un bebé nace está indefenso y totalmente dependiente de sus adultos de referencia, poco a poco en la medida que controla sus movimientos, va ganando firmeza hasta que logra sentarse, gatear y mantenerse erguido; para poder llegar a cada uno de estos acontecimientos su cuerpo y mente en silencio estuvieron trabajando incansablemente. Una vez que el infante logra caminar se despliega ante él un sin numero de probabilidades para explorar, tocar, oler, sentir, pues los sentidos son una extensión del cerebro, por tanto cada experiencia lo nutre de tal forma que irá construyendo las conexiones neuronales necesarias para su desarrollo integral. 

De aquí en adelante y hasta los 6-7 años aproximadamente, los niños y niñas irán adquiriendo habilidades y destrezas que les permitirán ser autónomos, apropiarse de su cuerpo y movimientos y así sentir que pertenecen y puedan aportar al lugar donde vive; por ello nuestra labor como acompañantes es la de velar porque las situaciones que experimentan cada día sean diversas y significativas para poder así fortalecer todas esas destrezas que están dentro de sí, ojo no se trata de comprar un montón de material, no se trata de llenar al infante con un montón de actividades por cumplir, se trata de seguir a los niños y observar ¿Qué le llama la atención? ¿últimamente juega mucho con agua? ¿Coge los rollos de papel higiénico y arma torres? ¿Empareja los zapatos? Esas pequeñas acciones nos darán pistas para lograr identificar cual es la necesidad que tienen y poder así proponer experiencias acorde a sus gustos. 

A continuación detallo algunas actividades que se pueden realizar con niños y niñas a partir del 1 1/2 o 2 años, aunque esto depende del interés del infante, la mayoría de propuestas están realizadas con objetos de la cotidianidad o que fácilmente podemos conseguir:


Discriminación visual

Cuando nacen los niños y niñas difícilmente perciben sombras y progresivamente van ganando con su vista por ello estas actividades de discriminación visual permiten que entrenen la vista identificando patrones a las par que a nivel cerebral van estableciendo conjuntos de objetos que son similares. ¿Que necesitamos? Cajas de cartón, temperas, imágenes de objetos reales y los objetos. 

Para esto simplemente necesitamos objetos que sean iguales y permiten realizar la correspondencia ya sea de color, de forma. En la primera imagen la discriminación se da por color pues el infante debe ubicar el cubo en su color correspondiente.  

La segunda imagen permite discriminar según la forma del objeto, pues los niños y niñas deben  unir las dos partes de la imagen y armar un todo con ellas, el proceso de emparejar es muy divertido al comprobar todas las combinaciones posibles. 

La tercera propuesta permite emparejar un objeto real con la tarjeta que lo representa, esta dinámica permite miles de extensiones pues las tarjetas se pueden realizar según el interés del niño o niña, animales de la granja, frutas, verduras, partes del cuerpo, en fin de cual tema que le interese al infante y que podamos tener su equivalente. Esta actividad es importante para el desarrollo del lenguaje, aprendizaje de nuevas palabras y la creación de asociaciones. 



Vida práctica

Estas actividades introducen al niño o niña en la dinámica propia de cada familia, tienen que ver con la cultura y las costumbres que se dan al interior de cada casa, por ello pueden variar de una familia a otra. Estas actividades tienen beneficios a nivel psicomotriz pues permiten el control de los movimientos, del cuerpo y de la voluntad; también permiten que los infantes se sientan útiles dentro de su familia reforzando su autoestima y seguridad, además de estimular los sentidos con texturas, olores y sabores presentes en los hogares, sin olvidar el desarrollo de habilidades socioemocionales como esperar, dar gracias, por favor, aprender a manejar las emociones si algo no sale bien, entre otras. Por esta razón actividades como barrer, trapear, limpiar una mesa, cuidar de otro ser vivo (planta o animal), regar las plantas, tender la ropa, botar la basura, poner y quitar la mesa, son ricas en vivencias para el aprendizaje de los niños y niñas.


Martillear , ensartar, pescar

María Montessori dice sabiamente que la mano es la herramienta de la inteligencia, con ella todas las civilizaciones han construido a lo largo de los años su cultura, por ello no es de extrañar que los niños y niñas por medio de ella descubran el mundo. Una vez que logran dominar la posición erguida sus manos quedan libres para explorar de allí que sientan la necesidad de golpear, rasgar, pegar. Ese impulso vital es el que debemos canalizar para que logren satisfacer su necesidad sin perjudicar a los demás o a sí mismo, por ello las actividades que podemos hacer están orientadas a que los niños y niñas dominen su mano y cada vez sus gestos sean más exactos y pulidos. 

En este punto las propuestas son infinitas casi como la imaginación del adulto acompañante, el criterio principal es que respete el interés del infante y aisle una dificultad. 

Estas tres actividades integran el componente sensorial con la coordinación oculo-manual. ¿Qué necesitamos? cartón de huevos, cajitas o recipientes de plástico, hojas secas, papelillo. 

En la primera imagen el objetivo es con el martillo aplastar las cáscaras de huevo. En la segunda un pequeña bandeja sensorial donde con ayuda de un pincel deben encontrar la imagen escondida, luego la utilizaron libremente para esconder animales y jugar. 

En la tercera un pequeño collage con hojas recogidas del jardín, las rasgamos y pegamos en esa hoja echa con cinta transparente. 


Estas otras tres actividades mezclan nuevamente el componente sensorial con la coordinación de la mano y el ojo.  ¿Qué necesitamos? Botellas pláticas, canicas, elementos naturales, una bañera, agua , objetos que transportar y un colador. 

La primera imagen permite que los niños  y niñas introduzcan objetos en las botellas y así pueden discriminar si son grandes o pequeños, trasvasar con una cuchara y tratar de enroscar la tapa. 




 La segunda es una bandeja sensorial con elementos naturales para apreciar los diferentes tonos, diferentes texturas, olores y temperaturas, se pueden crear collages o dejar libremente que los infantes experimenten y creen. 


La última imagen es un juego de pesca para días calurosos, permite coordinar el movimiento y trasladar estos objetos pescados hacia otros lugares, si queremos extender la actividad podemos invitar a coger las fichas de un color determinado, introducir el conteo 1, 2 , 3 , incluso la dicotomia

seco mojado.




Cocinar


La Cocina debería incluirse en la sesión de vida práctica, sin embargo es una actividad tan completa que merece tener un capítulo aparte.  Honestamente con Mateo mi hijo mayor la experiencia en la cocina no ha sido tan fluida pues no solía manifestar interés por cocinar, sin embargo Benjamín seguramente por la dinámica actual de la familia está involucrado con organizar las verduras, las frutas cuando se traen y últimamente por cocinar, las fotos hablan por sí misma, la capacidad de concentración, de estar centrado en ese momento es impresionante. 

Además al cocinar están en juego todos los sentidos el tacto (lavando las 
papas), el olfato (oliendo el ajo, la cebolla), el gusto (probando una que otra cosa), la coordinación oculo-manual al intentar coordinar su mano ya sea para cortar, lavar o revolver. 

¿Que necesitamos? Kilos y kilos de paciencia porque lo que hacíamos en medio hora se nos demorará el doble pero el resultado vale la pena, además poco a poco irán ganando autonomía, confianza en sí mismos y ganas de cooperar, estoy segura que si queremos tener adolescentes que cooperen en su casa y contribuyan estos primeros años son la base para ello. 




Estas son algunas actividades que podemos realizar con los niños y niñas en casa en estos días de cuarentena que no implican utilizar o comprar mucho material y recuerden que más allá de activismos nuestros hijos e hijas necesitan nuestra presencia real y amorosa más que cualquier otra cosa. 

Espero que les sirva de inspiración y ejemplo estas propuestas, que las disfruten y se gocen observando como esas manitos regordetas poco a poco cogen agilidad y pulen sus gestos. 

viernes, 1 de mayo de 2020

Razón con Corazón


De qué le sirve a un niño saber situar Colombia en un mapa si no sabe como describir lo que siente su corazón? Esta pregunta nos lleva a plantearnos una reflexión muy necesaria en este tiempo de cuarentena porque parece que el sistema educativo está más preocupado por logros, temáticas y competencias que por el desarrollo armónico e integral de los niños y niñas que hacen parte de él.

Estamos en un momento de incertidumbre, en un momento de cambio, ahora más que nunca se hace necesario una educación holística que integre la mente y el corazón de los estudiantes, pues aprender a resolver talleres, llenar fichas o presentar exámenes lo pueden realizar en otro momento, los niños y niñas no se van a quedar en un limbo del conocimiento, ellos avanzarán y aprenderán lo que otros han estipulado que deban aprender y seguramente dentro de 10 años ya lo habrán olvidado; sin embargo el conocerse a sí mismo, escuchar su interior y reconocer sus emociones son habilidades que los acompañarán de por vida.

Imagina que aparece un hada madrina y te concede tres regalos para darle a los niños y niñas que acompañas..... piensa unos minutos.... que se te viene a la mente... seguramente pocos pensamos en cosas materiales como dinero o bienes, en cambio casi siempre deseamos que sean felices, responsables, empáticos o otras muchas cualidades que le servirán para la vida, sin embargo muchas veces olvidamos que estos principios no aparecen de la noche a la mañana sino que se deben cultivar en las diferentes situaciones que experimentamos en la vida. 

Ya lo hablaba Daniel Goleman en su libro inteligencia emocional, es totalmente necesario que las familias empecemos a generar espacios donde los niños, niñas y sus acompañantes aprendamos estrategias para gestionar nuestras emociones partiendo desde el respeto y la humildad, a veces pareciera que existe un tabú en torno a este tema, como adultos lo pasamos por alto (seguramente porque en nuestra infancia no tuvimos un espacio donde desarrollar estas habilidades) pero debemos ir más allá y cambiar el chip.

Se habla mucho de paz, creyendo que se refiere a la ausencia de guerra, sin embargo este concepto yo lo definiría como un espacio de bienestar necesario para poder vivir, por tanto no es algo externo a mí, la paz debe nacer de mi interior; como acompañantes de la infancia nuestra tarea es descubrir en nosotras mismas un lugar de bienestar para lograr un acompañamiento educativo más consciente y por ello el fortalecer habilidades socioemocionales a largo plazo es una opción acertada.


Fortaleciendo habilidades socioecomocionales en familia

A continuación expondré  tres espacios de encuentro que se pueden habilitar en las familias para aprender conjuntamente estas habilidades, no obstante más allá de actividades puntuales es necesario cambiar el foco con el cual estamos entendiendo y relacionándonos con la infancia, de nada sirve construir una rueda de la opciones si no voy a tener en cuenta la opinión de los niños, de nada sirve imprimir un poster sobre las emociones si minimizo sus manifestaciones de disgusto por ejemplo. La clave está en HUMILDAD y RESPETO, humildad para reconocer que somos humanos y cometemos errores y respeto para aceptar que todos tenemos dignidad y unas necesidades que deben ser escuchadas.

1) Rincón de la calma o de la paz

Es importante tener en la casa un espacio destinado para calmarnos (tanto los niños como los adultos), un espacio donde tomar distancia de la situación problema e integrar nuestro cerebro, no se trata de reprimir nuestras emociones, sino de tomar distancia, reconocer la emoción y gestionarla de forma respetuosa para todos.

Para ello este rincón puede tener objetos que sean representativos para todos, tal vez un instrumento, fotos de momentos agradables, un libro, una vela, una imagen con diferentes emociones, un peluche, entre otros muchas que nos permitan calmarnos. En casa la experiencia ha sido muy bonita pues al ser construido entre todos pudimos apropiarnos del espacio, con el nacimiento de Benjamín el ambiente cambió un poco y ahora podríamos decir que todo el salón es un gran rincón de la calma con sus diferentes ambientes como el rincón de música, la zona de lectura y la de juego desestructurado, ahora cuando alguno está alteraro puede recurrir a alguno de estos lugares mientras transita la emoción.

2) Rueda de las opciones

Esta rueda es una herramienta propia de la disciplina positiva la cual resulta muy colaborativa para trabajar con los niños y niñas pues son ellos mismos quienes aportan ideas para la solución pacífica de los distintos conflictos que se puedan presentar. Es un círculo que se divide en diferentes porciones como una pizza, dentro de cada una se escriben las opciones que se utilizarán para solucionar un conflicto que se presenta, ya sea una pelea, la hora de ordenar o las tareas escolares; el utilizar esta herramienta nos permite anticiparnos a la situación y darle opciones concertadas a los niños y niñas para que decidan cómo actuarán ante una situación determinada.

3) Libros y más libros

La literatura siempre será una aliada para aprender no solo conocimientos y léxico, sino también para abordar situaciones cotidianas de manera didáctica, hace un tiempo reseñaba algunos libros que podrían servirnos para abordar el tema de las emociones con los niños y niñas ( https://latribuaprendiendoyviviendo.blogspot.com/2016/09/5-libros-para-trabajar-las-emociones.html). Lograr reconocer nuestras emociones es el primer paso para poder gestionarlas, identificar cómo se siente nuestro cuerpo ante determinado sentimiento, qué hacemos cuando nos sentimos así... todo esto lo podemos profundizar y ejemplificar por medio de los libros.




miércoles, 22 de abril de 2020

La importancia del ambiente preparado

En estos días de confinamiento muchas madres y padres de familia están asumiendo el reto de tener a sus hijos en casa las 24 horas del día, con el agravante de no poder salir a parques o espacios públicos. Bajo este panorama es natural que surjan conflictos o situaciones tensionantes, si son niños muy pequeños podrían surjir comportamientos disruptivos que los lleve a dañar cosas, quitar, pelear, morder... o si son más grandes pueden estar mas susceptibles e irritables. 

No cabe duda que esta situación está poniendo en evidencia muchas cosas, pero una muy importante es que el mundo tal como está planteado difícilmente tiene en cuenta las necesidades de los niños y niñas; las casas son un ejemplo de ello o acaso no es común ver a los adultos corriendo todo el día detrás del niño de 2 años que coge la cerámica, trepa las mesas y hasta le mueve los botones al televisor, todas estas acciones son naturales en este periodo pues los niños en sus primeros exploran el mundo a partir de sus sentidos por ello necesitan un espacio seguro donde poder satisfacer estas necesidades y aquí es donde entra en juego el ambiente preparado. 

Este ambiente preparado debe ser físico pero también psiquico, pues todos los seres humanos tenemos necesidades materiales (comida, vestido, protección, seguridad) y espirituales (arte, literatura, sentido de pertenencia, contribución, trascendencia), por tanto este espacio de interacción y aprendizaje debe nutrir cada una de estas necesidades. 


El ambiente físico debe ser un espacio cuidado donde los niños puedan acceder a su material sin depender de un adulto, un espacio a su altura donde de manera ordenada encuentren diversas propuestas que le permitirán nutrir los periodos sensibles que presentan en ese momento, este espacio les permitirá desarrollar su autonomía al poder decidir en que actividad centrar su interés, responsabilidad para cuidar el material, sentido del orden y ubicación porque cada cosa tiene un lugar y así se deberá mantener, entre otras muchas cualidades. Por su parte el ambiente psíquico tiene que ver con el acompañamiento emocional que realicen los adultos a su alrededor y que les permite desarrollar percepciones como soy capaz, soy importante, yo puedo. Tiene que ver con el componente espiritual y emocional de los niños y niñas. 

Teniendo en cuenta esto, es necesario que en los hogares exista un ambiente preparado para la infancia a fin de sentirse incluidos y valiosos dentro de su pequeña comunidad; por experiencia propia puedo decir que este espacio (físico y mental) da paz y tranquilidad a los niños (y los adultos también) pues les permite escucharse a sí mismo centrando su atención en lo que realmente les interesa, respetando a los demás miembros de la familia pues ya han encontrado su lugar dentro de la misma.  



sábado, 18 de abril de 2020

El error como oportunidad de aprendizaje


Vivimos en una sociedad inmediatista, un mundo que cada día va más rápido. Se valora el resultado, lo medible, lo demostrable, se esconde el error, el fallo... y así nos olvidamos que detrás de un resultado hay un camino recorrido, muchos intentos fallidos y mil ideas para mejorar. 

Hoy Benjamín me hizo explícito esto, le encanta hacer trasvases con semillas y lejos de realizar el movimiento de sus manos a la perfección, en cada intento los frijoles salen despedidos para todos los lugares menos para la vasija que tiene marcada. Esto a él no le importa, solo disfruta, experimenta, siente, lo intenta de nuevo porque su mente  y su corazón están conectados con el aquí y el ahora. 

No persigue un objetivo definido, más allá que el de divertirse y saciar esa curiosidad innata que está dentro de cada uno de nosotros. Nadie lo molesta, aunque en nuestro afán intervencionista le diríamos que se equivocó, que regó todo, que así no es.... pero nadie lo interrumpe porque es su momento, para él no existe el error porque todo hace parte de un juego.... y así entre miles de intentos, de coger, soltar y voltear un día perfeccionará el movimiento.

...................

Han pasado casi tres meses desde que escribí las palabras de arriba y ahora que las vuelvo a leer me doy cuenta cuan equivocados estamos los adultos al penalizar cada error, como si éste no hiciera parte de nuestra vida cotidiana, de hecho las grandes invenciones de la humanidad son producto de muchos intentos antes de lograr el triunfo. Efectivamente Benjamín ha pulido sus movimientos, sus gestos son cada vez más precisos y esto se debe a la confianza que hay dentro de él, si riega el agua la seca con una toalla o el trapeador, si se le escapan semillas las recoge y pone en su sitio, no hay señalamientos o juicios por fallar, porque el sabe muy adentro de él que el error es parte del aprendizaje.



lunes, 13 de abril de 2020

Aprender en el mundo, aprender en la vida



Hace 7 años tomamos una decisión a favor de la vida, a favor de los tiempos de la infancia. Un camino de aprendizaje colectivo donde cada uno de los miembros de esta familia se ha transformado. 

Educar en casa ha supuesto cambiar muchos paradigmas para abrazar nuevas formas de entender-nos, buscando nuestro lugar en el mundo o en palabras de maría Montessori nuestra misión cósmica. Aquí les dejamos un poco de nuestra historia.

martes, 7 de abril de 2020

Aprendizajes invisibles


Nos encontramos en un momento crítico a nivel mundial, donde las instituciones educativas están cerradas y los niños en casa.

Ante esta situación surgen muchos miedos y dudas acerca del desarrollo y aprendizaje de los niños, pues se tiene la creencia que el lugar donde se aprende es en la escuela. 

Desde mi experiencia como madre y profesional que lleva 10 años en el proceso de aprendizaje no escolarizado o, les puedo decir que el mundo en su totalidad es la escuela ( si bien en este momento debemos estar en nuestras casas sin salir) , cada experiencia que vivamos allí dentro se convierte en el lugar propicio para aprender. 

De hecho es imposible no aprender, todo lo que vemos, sentimos o pensamos deja una huella en nosotros, de cada experiencia vivida podemos aprender. El problema está en asociar el aprendizaje a rellenar fichas, transcribir libros a cuadernos o contestar preguntas tipo icfes.

Pues bien, la vida en toda su complejidad nos nutre de un sin número de aprendizajes invisibles que están ayudando a construir el ser humano que las enfrenta.  Estos aprendizajes no se dan de manera explícita, tal vez son invisibles para los ojos, pero visibles para la mente y su corazón. 

Los aprendizajes invisibles trascienden la nota del examen y pasarán a formar parte de la mochila de recursos que nos acompañarán el resto de nuestra vida. Por eso en estos días desplacemos nuestro foco de estándares y notas hacia estos aprendizajes sutiles que están a la espera de nuestro cambio de mirada.

jueves, 23 de enero de 2020

Entre mitos y verdades: Algunas aclaraciones sobre escuela en casa





El 7 de Enero en un artículo de la revista semana, el experto en educación Julián de Zubiría opinaba acerca del homeschool o escuela en casa, sus palabras fueron las siguientes:  "Son evidentes las restricciones que un medio como el hogar genera en el léxico, la flexibilidad, la originalidad o la reelaboración de las ideas. Los niños formados en hogares pequeños y relativamente cerrados, suelen tener dificultades en sus interacciones y presentan lentitud en su desarrollo cognitivo y emocional" (Artículo ¿Por qué los padres del niño que descrestó a André Rieu prefieren que estudie en casa?, Revista Semana. Recuperado de: https://www.semana.com/educacion/articulo/por-que-los-padres-del-nino-que-descresto-a-andre-rieu-prefieren-que-estudie-en-casa/647341?fbclid=iwar1gr25becfjiuyqadbzahgak7wgrp89nojc-9sci8ddab-tsmvvw_7srwk)

Esta opinión deja en evidencia un paradigma adulto-céntrico y quizá prejuicioso menos valorando a las familias como si la crianza y el aprendizaje fueran dos cosas distintas; en la casa se cría pero en el colegio se aprende a sumar, restar y toda esa cantidad de temas planteados en el currículo que les dice a los estudiantes cuándo, dónde y cómo aprender.

No obstante, ambos procesos están interrelacionados; el aprendizaje no es algo exclusivo de la escuela; de hecho, desde la gestación los bebés están desarrollando habilidades; al nacer, todo su entorno (madre, padre, familia y el mundo en su inmensidad) se convierten en su laboratorio, y poco a poco van superando hitos del desarrollo (sostener la cabeza, sentarse, caminar, hablar). De este modo, así como adquieren el control de su cuerpo, van adquiriendo el control del mundo, de manera natural y espontánea. 


La pregunta aquí sería ¿Por qué si en esos primeros años el niño o la niña crecen y absorben el mundo casi que, sin intervención del adulto, sino guiados por una fuerza interior, luego con el paso del tiempo creemos que esos mismos niños y niñas si necesitan nuestra intervención para aprender? ¿Tan poco confiamos en ellos? ¿Si el objetivo de la educación es que los niños y niñas aprendan y desarrollen sus habilidades innatas, porqué desviamos la reflexión y la práctica de ellos?.

El ejercicio de la crianza y la educación sin duda alguna deberían ser reflexionados a partir de interrogantes como ¿Qué tipo de persona quiero ayudar a construir? Y ¿A qué tipo de sociedad le apuesto yo?, preguntas claves si se tiene en cuenta que esos niños y niñas a los cuales acompañamos en 15 años serán los jóvenes y adultos que vivirán en sociedad.

Desde hace 7 años realizamos escuela en casa con nuestro hijo Mateo, cuando éste estaba pequeño nos planteamos las preguntas anteriormente mencionadas y al formular las respuestas nos dimos cuenta que el sistema educativo o al menos las opciones que había en nuestra localidad se alejaban mucho de lo que considerábamos una opción acorde a sus necesidades y sus tiempos, por ello hoy Mateo tiene 10 años y nunca ha ido a la escuela, quienes lo conocen pueden dar cuenta de sus múltiples talentos y potencialidades, las mismas que todos los niños y niñas tienen, pero que a veces olvidan por darle respuesta a las expectativas que les vamos asignando, sin embargo él las ha podido fortalecer en la medida en que ha sido respetado, escuchado y acompañado desde la confianza y el amor.

No voy a decir que esta es la única opción, que esto es lo mejor; ni siquiera me atrevería a sugerírselo a nadie, esta es simplemente nuestra opción como familia, pues todos aprendemos cada día de todos; es verdad que hay tantos tipos de homeschool como familias que lo practican; pero para nosotros educar en casa va más allá de aprender un contenido, es nuestra respuesta a un mundo que cada día es más líquido, más superfluo; un mundo donde todavía los niños y niñas son minimizados.

Esto no es una lucha entre lo que es mejor o peor, esto va más allá de estándares, logros o competencias; tomar la decisión de APRENDER en el mundo no es en contra de algo (escuelas, docentes), sino a favor de algo, a favor de la infancia y sus tiempos pausados, de su capacidad de asombro, de esas ansias innatas que tienen por descubrir y aprender, a favor de la sociedad misma que está necesitada de personas empáticas, compasivas, que pongan al servicio de la humanidad sus talentos y aprendizajes.

En lo expuesto en el artículo de la revista semana, también se aprecia cierta ambigüedad al afirmar que los niños homeschoolers presentan lentitud en su desarrollo cognitivo y emocional; sería oportuno conocer las investigaciones que sustentan dicha aseveración, ¿Cuántas familias vinculadas a escuela en casa se estudiaron para obtener dicha conclusión? ¿Cómo se midió el desarrollo cognitivo y emocional de los niños y niñas homeschoolers? ¿Se realizó un estudio comparativo con una muestra de estudiantes escolarizados que permitiera contrastar el ritmo de desarrollo?

El hecho de estar a un lado o al otro del escenario educativo no nos convierte en opuestos, entendemos la educación como una herramienta de transformación social, por el hecho de educar diferente no se debería señalar por desconocimiento; En la actualidad, a lo largo del mundo existen cantidad de experiencias educativos que están construyendo y reflexionando la educación desde otros lugares, soñando y proponiendo un mundo donde los estudiantes (niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos) puedan aprender libremente, desde la igualdad, el respeto y la confianza en que cada ser existente tiene un misión y las capacidades inherentes para llevarla a cabo.

En efecto, cuando se educa, se contribuye a un tipo de sociedad pues se está acompañando y nutriendo a los futuros ciudadanos que construirán (o destruirán) con sus ideas y acciones el mundo; en últimas estamos apostándole a la creación de una nueva ciudadanía. Teniendo en cuenta esto la familia se convierte en un lugar casi que sagrado, espacio de encuentro donde esos seres que nacen van aprendiendo a ser y estar , a cumplir su misión en el mundo, a ser felices.