miércoles, 22 de abril de 2020

La importancia del ambiente preparado

En estos días de confinamiento muchas madres y padres de familia están asumiendo el reto de tener a sus hijos en casa las 24 horas del día, con el agravante de no poder salir a parques o espacios públicos. Bajo este panorama es natural que surjan conflictos o situaciones tensionantes, si son niños muy pequeños podrían surjir comportamientos disruptivos que los lleve a dañar cosas, quitar, pelear, morder... o si son más grandes pueden estar mas susceptibles e irritables. 

No cabe duda que esta situación está poniendo en evidencia muchas cosas, pero una muy importante es que el mundo tal como está planteado difícilmente tiene en cuenta las necesidades de los niños y niñas; las casas son un ejemplo de ello o acaso no es común ver a los adultos corriendo todo el día detrás del niño de 2 años que coge la cerámica, trepa las mesas y hasta le mueve los botones al televisor, todas estas acciones son naturales en este periodo pues los niños en sus primeros exploran el mundo a partir de sus sentidos por ello necesitan un espacio seguro donde poder satisfacer estas necesidades y aquí es donde entra en juego el ambiente preparado. 

Este ambiente preparado debe ser físico pero también psiquico, pues todos los seres humanos tenemos necesidades materiales (comida, vestido, protección, seguridad) y espirituales (arte, literatura, sentido de pertenencia, contribución, trascendencia), por tanto este espacio de interacción y aprendizaje debe nutrir cada una de estas necesidades. 


El ambiente físico debe ser un espacio cuidado donde los niños puedan acceder a su material sin depender de un adulto, un espacio a su altura donde de manera ordenada encuentren diversas propuestas que le permitirán nutrir los periodos sensibles que presentan en ese momento, este espacio les permitirá desarrollar su autonomía al poder decidir en que actividad centrar su interés, responsabilidad para cuidar el material, sentido del orden y ubicación porque cada cosa tiene un lugar y así se deberá mantener, entre otras muchas cualidades. Por su parte el ambiente psíquico tiene que ver con el acompañamiento emocional que realicen los adultos a su alrededor y que les permite desarrollar percepciones como soy capaz, soy importante, yo puedo. Tiene que ver con el componente espiritual y emocional de los niños y niñas. 

Teniendo en cuenta esto, es necesario que en los hogares exista un ambiente preparado para la infancia a fin de sentirse incluidos y valiosos dentro de su pequeña comunidad; por experiencia propia puedo decir que este espacio (físico y mental) da paz y tranquilidad a los niños (y los adultos también) pues les permite escucharse a sí mismo centrando su atención en lo que realmente les interesa, respetando a los demás miembros de la familia pues ya han encontrado su lugar dentro de la misma.  



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