martes, 19 de mayo de 2015

Reducir, reciclar, reutilizar

La sociedad actual en la que vivimos ha generado nuevas prácticas y estilos de vida que giran alrededor del consumo, el comprar-tirar-volver a comprar, se ha convertido en el diario vivir de las personas. Los medios de comunicación bombardean a las personas con publicidad constantemente, haciéndolas sentir incompletas e insatisfechas con su vida, ante lo cual se presenta el consumo compulsivo como la solución a nuestros vacíos y la entrada a una vida plena.

Se cree que la esencia está en el "tener" acumulando objetos sin sentidos, olvidándose del  "ser", desafortunadamente nuestros niños están creciendo en este contexto, la televisión (nuevamente los medios de comunicación) convenientemente presentan sus anuncios publicitarios en medio de la programación, exponiendo multitud de juguetes, accesorios, ropa, tecnología que no es necesaria.  El otro día tuve una conversación acerca de esto con Mateo, pues en su círculo de amigos (niños entre los 5 y 8 años) la mayoría ya disfrutan de todos el arsenal tecnológico que incluye plasma, tablet, pc y smartphone, y a tan corta edad se les escuchan comentarios como que ya deben cambiar dichos artículos pues no están a la orden del día. Para mi hijo esto es algo extraño pues en nuestra casa por decisión personal no tenemos ni televisión. Obviamente hay un cambio de valores y prioridades, las llamadas necesidades artificiales (necesidad de adquirir artículos que no son necesarios para vivir) están cobrando gran importancia y los niños dan cuenta de esto.

Ha aumentado la preocupación por acumular riquezas y objetos pero se han abandona grandes necesidades del hombre como la protección, la recreación, el amor, la interacción con el otro. Nuestros niños no necesitan muchas cosas, tan solo necesitan ser libres y sentirse amados y protegidos. Pero también necesitan creer con conciencia ambiental y darse cuenta que nuestro paso por la tierra es un suspiro frente a la inmensidad de la creación, no somos seres infinitos y como tal debemos actuar en consecuencia. En un post anterior mencionaba que debemos reconciliarnos con la naturaleza y el mejor camino para empezar es reduciendo el impacto que dejamos en ella, la mayoría de las cosas que consumimos están tratadas con algún producto químico que afecta nuestra salud y la de la tierra.

Luchar contra todo un sistema y una estructura capitalista es muy complicado, pero no imposible, y aunque no se pueda cambiar si se puede resistir, se preguntarán ¿Cómo? pues cambiando nuestros hábitos de vida, transformando nuestras prácticas en unas respetuosas con el medio ambiente y conscientes. Muchos por no decir todos, hemos escuchado las famosas tres erres (3R), Reducir, Reciclar y Reutilizar. 

Esta iniciativa es una forma de disminuir nuestro impacto en la tierra (reducir la huella de carbono) y generar nuevas prácticas alternativas al consumo masivo, en el mundo han surgido diversas alternativas que combinan una consciencia ambiental con la creatividad y la innovación, dando como resultado interesantes experiencias a las que nos podemos sumar. Ahora bien aunque no estemos conectados con ellas desde nuestros hogares podemos ir cambiando las cosas, en nuestro caso hemos disminuido el consumo de bolsas y desechos plásticos y acudimos al mercado con un artículo muy propio de nuestros campesinos "el costal", con Mateo hemos creado un sin número de juguetes de material reciclable como botellas, tubos de papel, cajas de cartón y además los residuos orgánicos en lugar de enviarlos al bote de basura los convertimos en compostaje, además de tener un pequeño club ecológico que cada cierto tiempo (cuando se acuerdan pues son niños todavía pequeños) se arman de bolsas, guantes y recogen toda la basura que tira la gente en su parque aledaño.

Puede que parezcan acciones pequeñas pero realizadas constantemente pueden hacer la diferencia, además la enseñanza que le estamos dejando a nuestro hijos (y a su entorno más cercano) no tiene precio, además que esto nos permite reinventarnos y poner en juego nuestra creatividad, pues con objetos que parecen estar viejos y sin ninguna utilidad se pueden crear nuevas cosas. En casa hemos creados dos muebles para el uso de mateo:

El primero lo hicimos con las barandas de la cuna que ya hace mucho no usábamos pero todavía conservábamos, tres baldas de mdf, unas cuantas puntillas, lija y un capa de pintura y ya está, su esquinero nuevo. (Gracias a nuestro colaborador estrella por su asesoría)

http://latribuaprendiendoyviviendo.blogspot.com/
Posteriormente Mateo le fue añadiendo stickers y le adicionamos unas arandelas en los extremos para que pudiera colgar sus títeres. El otro mueble que armamos hace poco fue una idea que ví en uno de los muchos espacios por internet donde se explica cómo reutilizar las cajas de frutas o los palets. Nosotros lo hicimos con dos cajas de frutas que nos regalaron, las lijamos bien, pusimos una vertical a la que le añadimos una tapa de mdf y la otra debajo horizontal. Un poco de stickers, unas aplicaciones en paño lency y listo.
http://latribuaprendiendoyviviendo.blogspot.com/
Bueno y todo esto para qué, pues para que analicemos y repensemos nuestros hábitos y prácticas cotidianas, especialmente con respecto a cómo definimos nuestras necesidades básicas. Esto es fundamental no solo para nosotros sino también para nuestros niños y niñas, que su felicidad no esté fundamentada en el tener, sino en su esencia que es el vivir.


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