Cuando se analizan los malos resultados académicos de los estudiantes y los bajos puntajes en pruebas estandarizadas, todas las personas se echan las manos a la cabeza y empiezan a buscar responsables, se culpan a los docentes, a las familias y a los estudiantes, pero pocas veces se escuchan debates certeros sobre el modelo educativo que se le está ofreciendo a nuestros niños y niñas.
No se analiza si quiera que el sistema educativo tal cual como funciona actualmente en Colombia les presenta una realidad fragmentada que poco tiene en común, por un lado vemos a las tan temidas matemáticas, por el otro la geografía, la historia y el español más allá; las artes y la creatividad prácticamente están desterradas del territorio educativo y se exaltan las pruebas de selección múltiple frente a la construcción social del conocimiento. Al final de la jornada el niño o la niña se quedan con una cantidad exorbitante de información que no sabe como procesar o para que le va a servir porque no coincide con lo que ellos ven y sienten en el mundo.
¿La realidad realmente está divida? ¿Vivimos condicionados por un horario y divididos en materias? Absolutamente NO, la vida tal cual se nos presenta es un torbellino de sucesos y experiencias que se interrelacionan entre si generando múltiples oportunidades de aprendizaje; constantemente experimentamos cientos de fenómenos que requieren de múltiples aptitudes y capacidades, por ello la educación como herramienta de transformación y empoderamiento social debe trascender dichos modelos generando una integralidad del conocimiento. Por citar un ejemplo, el inicio de la escritura no se dio de manera aislada porque unas personas se les ocurrió la idea, todo esto surgió por la conjugación de diversas variables cognitivas, sociales, culturales y hasta económicas.
Y es precisamente esto lo que necesita nuestros niños y niñas, descubrir la conexión entre todo porque de lo contrario se está desaprovechando un tiempo valioso. Pero entonces ¿Cómo hacerlo?
El cerebro con sus millones de conexiones neuronales y diferentes funciones no aprende de forma separada, cotidianamente recibimos estímulos que son procesados y significados de manera diferente. Siempre estamos aprendiendo y aprendemos integralmente, de allí que primero se motive al niño a indagar, cuestionarse y descubrir por si mismo la realidad que se le presenta cada día. Admirar los diversas aristas de un fenómeno para poder comprenderlo en toda su complejidad, al hablar de geografía es indispensable resaltar los aspectos culturales y sociales del territorio y no como materias independientes si no como parte de un todo que conforma el espacio-tiempo donde nos desarrollamos.
Teniendo en cuenta lo anterior, esta semana y con motivo de varias celebraciones que tuvieron lugar, el día de la tierra, el día del idioma o del libro, preparamos una actividad muy interesante que se basa en la pedagogía montessori, la idea del mapa y sus fichas la tomé de esta increíble página Pincha aquí, donde comparten la actividad, los moldes y hasta las fichas para imprimir.
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| Así lucía nuestro mapa al inicio, lo demás lo hizo el solito |
En nuestro caso no encontramos fieltro lo suficientemente rígido así que las formas de los continentes están hechas con paño lency y reforzadas con interlón. Esta es una actividad muy sensorial que trabaja diversas competencias a nivel cognitivo en los niños como la concentración, el reconocimiento y emparejamiento de formas. Y además permite con ellos abordar otros aspectos sobre cada continente, nosotros agregamos la figuras sobre culturas que habitan en cada continente y los lugares más emblemáticos. La verdad que esta actividad no requiere de un orden establecido, se debe seguir más el interés del niños y qué es lo que quiere aprender. Con mateo hicimos un juego que el mismo propuso y fue que según las características del animal debía situarlas en un lugar del mapa que tuviera el ecosistema propio para que pudiera vivir, así estuvo un rato. Luego con las culturas del mundo, escuchamos su música y analizamos las diferencias raciales haciendo un llamado a la tolerancia y la multiculturalidad, pues concluyó Mateo que a pesar de algunas diferencias fenotipicas como el color de la piel, el rasgo de los ojos, la diferencia de estatura o de idioma todos pertenecemos a la raza de humanos.
Como acompañante tuvimos este maravilloso libro de "Historias y lugares" que trajimos este mes de la biblioteca municipal donde se aborda la geografía desde una mirada socio-cultural y humana, con el libro y el mapa tuvimos toda una mañana de diversión asegurada. Este libro es de Pilar Lozano quien es una periodista colombiana que ha incursionado en la radio, prensa y televisión y también la escritura infantil. El año pasado en una feria del libro nos encontramos con otro libro de esta autora que está más que recomendado se llama "Colombia, mi abuelo y yo" y aborda a partir de la narración de historias fantásticas que un abuelo le relata a su nieto la geografía colombiana exaltando su flora, su fauna y su riqueza cultural.
Feliz fin de semana.
